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¿Dónde está?
¿Qué es la Catedral de Parma y dónde se encuentra?
La Catedral de Parma se alza en la misma plaza que su campanario, el Baptisterio y el Palacio Episcopal. Entre tanta belleza, la iglesia destaca por sus portales y logias, mientras que el campanario situado a su lado se eleva hacia lo alto. Sin embargo, el verdadero tesoro se encuentra en el interior. Aquí, la arquitectura románica original ha sido cubierta por un esquema decorativo del siglo XVI, que crea un ambiente muy atmosférico. En particular, la contrafachada y las paredes de la nave fueron pintadas al fresco por Gambara, y la bóveda por un pintor de Parma.
Por qué es especial: el interior de la catedral de Parma, un triunfo de los frescos
En el interior de la catedral de Parma, los frescos cuentan siglos de historia. Los de las naves laterales son más antiguos que los de la contrafachada y la nave: datan de los siglos XIV y XV. Destaca la Capilla de la Comuna, que narra las historias de San Sebastián y San Fabián en un estilo todavía gótico. Al ábside se accede por una alta escalera de mármol: subiendo los escalones se puede ver el altar mayor, formado por un arca con bajorrelieves del siglo XII. Debajo se encuentra la cripta, con capiteles románicos decorados con motivos vegetales.
No se pierda: la cúpula de Correggio
Justo en la unión de la nave y el transepto se encuentra la maravillosa cúpula octogonal pintada al fresco por Correggio, con la Asunción de la Virgen. Correggio es aquí un precursor: aunque sigue siendo manierista, allana el camino al Barroco con sus extraordinarios efectos ilusionistas. La Virgen está en el centro, flanqueada por Adán y Eva y San José y rodeada por una miríada de ángeles y santos dispuestos en círculos concéntricos entre nubes esponjosas, y parece moverse como empujada por el viento en un vórtice que la conduce hacia Cristo que la espera.
"La Deposición" de Benedetto Antelami
En el crucero derecho encontramos una obra maestra absoluta: un bajorrelieve de la Deposición, obra de Benedetto An telami , todavía plenamente románico pero anticipando el gótico. En el centro vemos a Cristo en la cruz, José de Arimatea lo sostiene mientras Nicodemo sube una escalera para arrancarle el clavo de la mano. A la derecha, una mujer representa a la Iglesia triunfante, seguida de Nuestra Señora, Juan y las tres Marías que lloran por Cristo; a la izquierda, un ángel empuja hacia abajo la cabeza de una mujer que representa a la Sinagoga derrotada. Le siguen los soldados romanos que están a punto de cortar la túnica de Cristo, maravillosamente esculpida en sus sinuosos pliegues que descienden hasta el marco.
Curiosidad: el suelo de mármol y sus fósiles
Antes de abandonar este maravilloso lugar, un apunte más ligero y una pequeña curiosidad. Si observamos detenidamente el suelo del siglo XVI, realizado en un hermoso mármol rojo de Verona, nos daremos cuenta de que está tachonado de numerosas conchas en espiral, algunas de hasta 50 cm, otras más pequeñas. Son ammonites fósiles, atrapados en el mármol. Incluso Leonardo da Vinci los conocía, de hecho, fue el primero en reconocer su origen orgánico, y en sus textos los llamaba "nichos".
Un poco de historia
La iglesia se comenzó a construir hacia 1059 sobre una basílica paleocristiana preexistente y se consagró en 1106, pero tuvo que ser casi reconstruida tras el desastroso terremoto de 1117 que destruyó casi todas las iglesias de la llanura. El campanario se añadió en 1284, la obra de Antelami data de 1187, hacia 1530 Correggio pintó al fresco la cúpula, y unos 40 años más tarde están los frescos de Gambara.
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