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Castillo-Ricetto di Ghemme
Una fortaleza encierra un tesoro no de oro y gemas, sino líquido, rojo, perfumado, hijo de las colinas de Novara
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
En el pueblo de Ghemme se alza un castillo de origen popular. Se trata de una fortificación urbana de 12.000 metros cuadrados de superficie con un camino principal desde el que parten caminos secundarios que conducen a manzanas y patios interiores. Antiguamente, cada familia del pueblo poseía una parte vertical dentro del castillo, dividida en tres plantas: la inferior ocupada por la bodega, porque los habitantes de Ghemme siempre han sido viticultores; la superior con la vivienda propiamente dicha y sobre ella un desván que servía de almacén y depósito de cereales y productos alimenticios.
Por qué es especial
El Castillo-Ricetto de Ghemme mantiene a lo largo del tiempo una de sus principales funciones: ser uno de los lugares del pueblo donde se produce y conserva el Ghemme DOCG, un vino tinto con cuerpo a base de Nebbiolo, elaborado según la normativa con uvas de las colinas del propio Ghemme y de la cercana Romagnano Sesia. En las casas y patios, ayer como hoy, el ricetto sigue conservando el alma líquida del vino, que se produce y envejece aquí, entre sus antiguos muros, donde pequeños y grandes productores tienen sus bodegas.
Para no perderse
Hay épocas en las que el Castillo-Ricetto se viste de gala y luce en todo su esplendor. Entre abril y mayo, por ejemplo, se celebra la Mostra Mercato del Vino Ghemme: degustaciones, exposiciones y oportunidades para conocer mejor el vino Ghemme DOCG y los demás vinos DOC históricos de las colinas de Novara, para sumergirse de lleno en este mundo. También hay un evento más adecuado para adultos y niños: Navidad en las Bodegas. En un ambiente encantado, las callejuelas y patios del Castillo-Ricetto se transforman en un auténtico pueblo navideño, con mercados de artistas y artesanos y productores de excelentes productos alimenticios.
Un poco de historia
Durante las luchas entre güelfos y gibelinos, el territorio a orillas del Sesia fue durante mucho tiempo objeto de disputas entre facciones y grandes familias. Cansadas de los continuos saqueos y de las luchas por el mando, las poblaciones comenzaron a construir sistemas de defensa capaces de resistir los embates de la guerra para protegerse a sí mismas y a sus alimentos. El castillo-Ricetto de Ghemme es un magnífico ejemplo de este tipo de estructuras. Los tiempos más tranquilos comenzaron en 1467 con la Paz de Ghemme entre los Ducados de Saboya y Milán.
Curiosidades
En la antigüedad, las viviendas del ricetto no tenían acceso directo desde la calle; de hecho, cada sótano de la planta baja tenía una trampilla que comunicaba las dos plantas mediante una escalera que se retiraba después de cada uso para evitar que los enemigos llegaran hasta ellas durante los ataques y saqueos. Un verdadero microcosmos que calmó los espíritus de sus habitantes y, más tarde, inspiró los de los artistas. No en vano, Antonio Fogazzaro y Mario Soldati mencionaron el vino de Ghemme en sus escritos "Piccolo mondo antico" y "L'albergo di Ghemme".
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