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¿Dónde está?
Qué es y dónde está el pueblo de Ceri
Situado en un espolón de toba, el Borgo di Ceri es uno de los pueblos más pintorescos y encantadores del Lacio. Sus murallas medievales, sus callejuelas y sus casas estrechas alrededor de la plaza central crean un ambiente íntimo y acogedor con sabor antiguo. Pero cuando uno empuja la mirada más allá de las murallas hacia las espectaculares vistas de la campiña circundante, queda cautivado por la belleza del panorama y el fuerte contraste entre los estrechos espacios del pueblo y la inmensa campiña que lo rodea.
Por qué es especial: una inmersión en la Edad Media
Ceri es especial por su posición panorámica y el ambiente auténtico que conserva. El pueblo, con sus edificios de piedra y sus calles empedradas, ofrece una experiencia auténtica de la vida medieval. La tranquilidad del lugar, inmerso en la verde campiña del Lacio, contribuye a una visita especialmente relajante y agradable.
No hay que perderse: la Iglesia de la Inmaculada Concepción
Una visita obligada es la Iglesia de la Inmaculada Concepción, que alberga espléndidos frescos medievales. Esta iglesia, sencilla por fuera, sorprende por la belleza y riqueza artística de su interior, que incluye frescos que representan episodios de la Biblia.
Un poco de historia
Fundado en el siglo XIII, el pueblo tiene orígenes antiguos ligados a la necesidad de defenderse de los ataques enemigos. Gracias a su posición encaramada en un espolón de toba, Ceri ha conservado prácticamente intacta su fisonomía medieval.
Curiosidad: una muralla natural
Ceri es un pueblo fortificado construido en una posición estratégica. Sin embargo, los antiguos habitantes de este lugar no tuvieron que construir enormes murallas para defenderse de los enemigos. Les ayudaron las imponentes murallas de toba, que durante siglos hicieron el pueblo casi inexpugnable y hoy lo convierten en uno de los destinos más llamativos del Lacio.