Bassano in Teverina y sus historias

Para no perderse

En Navidad, todo el pueblo cobra vida para el Belén Viviente, con talleres de oficios antiguos. Una fiesta para toda la comunidad. Pero en cualquier época del año es agradable pasear entre las casas de piedra para descubrir los numerosos pequeños tesoros del pueblo: el antiguo lavadero, la fuente del siglo XVI, el gran tablero de ajedrez diseñado en la plaza, las dos iglesias... Y en las inmediaciones, le esperan un parque artístico, el "Valle de las Presencias" y el pequeño lago de Vadimone, del que, quizás por sus aguas sulfurosas, se decía antaño que era obra del mismísimo diablo.

Una historia de resistencia

Bassano tiene una historia antigua. Ya estaba habitada en tiempos de los etruscos y sufrió muchos abandonos, debidos sobre todo a los desprendimientos del terreno tobáceo. El último, sin embargo, fue diferente: ocurrió en 1943, cuando durante un bombardeo aéreo impactó un cargamento de explosivos. La explosión fue tremenda. El pueblo sufrió gravísimos daños y muchos de sus habitantes se vieron obligados a marcharse para siempre. Hoy, sin embargo, Bassano renace gracias a un cuidadoso proyecto de restauración, que dará nueva vida a sus antiguas calles y escalinatas.

Curiosidad: la leyenda del lago Vadimone

El historiador Polibio cuenta una batalla entre etruscos y romanos que tuvo lugar en el año 283 a.C. cerca del lago Vadimone, tan sangrienta que las aguas del Tíber se tiñeron de rojo por la sangre derramada por los etruscos, llevando la noticia de su derrota hasta Roma.